A veces el caballo galopa sobre la nieve, arrancando la caspa de las montañas, horadando con los cascos la frente.Movimiento rápido y preciso, floreo y acierto en el instante único.
A veces es un palpito de alma.Una luz blanca, pura y repentina.Una campana que suena, plateada, en la mañana, una nota que se mantiene vibrante en el oído. Que te persigue y atosiga hasta que la das salida por la tinta.
A veces es una grieta que rompe el diamante.Y el caos libera; oscuridades sobre oscuridades. Sueltan un fuego cruel, lacerante y un hielo que te clava sus esquirlas. Y la locura , pendiente como la espada de Damocles. Y entonces debes elegir entre escribir y repararte o rendirte y condenarte.
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