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Princeps Atramenti

martes, 21 de enero de 2014

Leyendas del Bosque de la Luz [Parte I]

Cuando llueve, cosa que rara vez ocurre en el Bosque de la Luz, las crias de todas las especies se ponen muy tristes y para consolarlas, las hadas las llevan a la cueva de la magia.
Esta cueva no tiene nada de particular, pero las hadas dicen que es mágica para distraer a los niños. Estando allí ellas mismas hacen que salgan puntitos brillantes que revolotean por toda la estancia mientras un hada empieza a contar leyendas empezando normalmente por la de Dálmata y el origen de la lluvia:
Según cuenta la leyenda, Dálmata era una ardilla que se pasaba todo el día mirando las nubes e imaginándose como sería ver el mundo desde su altura, descuidando sus tareas de ardilla.
Un día, una antigua hada que se encargaba de revisar el trabajo de todas las criaturas se enfadó mucho con ella y Dálmata, muy avergonzada, salió corriendo a la parte más oscura del bosque, -a esa a la que nadie se atreve a entrar y donde todos sabeis que habitan criaturas malignas- y empezó a llorar pensando que estaba sola. Una de esas perversas criaturas, Gosil, se le acercó, haciendose pasar por una dulce ardilla y le preguntó que era lo que pasaba. Dálmata le contó lo mucho que le gustaban las nubes y que daría cualquier cosa por ser una de ellas. A Gosil no le interesaba nada de lo que la ardilla pudiera darle pero le encantaba hacer sufrir a todos, por lo que decidió convertir a Dálmata en nube para siempre.
Dálmata al principio estaba muy feliz sobrevolando todos los sitios del mundo, pero pronto empezó a echar de menos su vida como ardilla y cada vez que pasa sobre el Bosque de la Luz empieza a llorar.

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